Mirando las nubes pasar, unas vienen
de la mar, y otras viajan hacia ella…
Y en una nube pasa ella… tan bella
que en mi vida fue una estrella
y entre todas nuestras miserables existencias
se destacó por su magnánima compañía,
por su nobleza, por su hidalguía simple
y simpatía que me quiero quedar para mi…
No me queda nada más por decir,
solo recordar su risa limpia de campanillas
que me da vida.
de la mar, y otras viajan hacia ella…
Y en una nube pasa ella… tan bella
que en mi vida fue una estrella
y entre todas nuestras miserables existencias
se destacó por su magnánima compañía,
por su nobleza, por su hidalguía simple
y simpatía que me quiero quedar para mi…
No me queda nada más por decir,
solo recordar su risa limpia de campanillas
que me da vida.
(A Usted Tía Marta)