Con la calidad de un pastelero
conseguiste un corta pasta
justo con la forma y el tamaño de mi corazón.
me encaraste cuando estaba durmiendo
y de un solo movimiento seco
me arrebataste el corazón,
lo metiste en el horno de tus delirios
y lo sacaste cuando estaba crocante,
listo para comer con unos buenos mates amargos
en una tarde de junio, fría y sin sol.
1 comentario:
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Agridulce.
Surrealista y terrenal.
Algo girondeano.
El protagonista se ve arrebatado de un bien más que propio para luego ser convidado en el ritual rioplatense, calculo que con una mezcla de resignación y apetito.
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